La situación de partida es la siguiente: Un grupo de 50 personas quiere desplazarse de Valencia a Albacete. Disponen para ello de un autobús. Pero no hay conductor. Y no hay conductor porque no le van a pagar a nadie para que conduzca. Sólo está el autobús. El autobús y las cincuenta personas.

Dados los datos iniciales se llega a la conclusión de que si no cambia nada esas cincuenta personas no se desplazarán de Valencia a Albacete en ese autobús.

Se nos ocurre que ante la evidencia de que nadie se anima a conducir el autobús se pueden producir tres reacciones:

a) Se acepta resignadamente la situación y se asume que no tendrá lugar el viaje de Valencia a Albacete

b) No se acepta la situación y se busca una alternativa Por ejemplo otro autobús

c) Hay uno entre los cincuenta que sabe conducir un autobús y se decide a conducir el autobús aunque sea gratis

Este es el planteamiento Poco a poco iremos comentando los escenarios y las escenas que suponemos se producen

Escogemos para la presente el comentario de la alternativa c) - c) Hay uno entre los cincuenta que sabe conducir un autobús y se decide a conducir el autobús aunque sea gratis -. También podría darse el caso de que no hubiera nadie o de que hubieran varios, pero por ahora nos quedamos con ese uno.

Especulando sobre los motivos se nos ocurren varios. Quiere ir de Valencia a Albacete, buscar un medio de transporte alternativo lo encuentra menos ventajoso que conducir directamente el autobús, ... también podemos incluir en el ámbito de lo posible que no tiene ningún motivo especial. En cualquier caso para los otros 49 - o los que queden descontando la gente que no esté utilizando ya un medio alternativo - nuestro personaje es alguien que ha asumido el rol de conductor y que los llevará de Valencia a Albacete.

El autobús va de Valencia a Albacete como hemos dicho y a la altura de Montesa se pincha una rueda. Detiene el autobús en el arcén y el que ha asumido el papel de conductor se pone a cambiarla. Los pasajeros se bajan del autobús, dan vueltas mirando el móvil y esperan que la cosa acabe. No hacen nada. Sólo miran el móvil. Cuando llevan un cuarto de hora uno de los pasajeros se dirige al conductor que está cambiando la rueda, le pregunta cuanto falta para que acabe y le apremia con cierto enojo diciendo que van a llegar tarde, que tenía que haber cogido otro medio de transporte, que le están esperando en Albacete,... Y los otros pasajeros al ver la discusión se ponen mayoritariamente del lado del otro pasajero metiendo presión a la persona que se ofreció voluntariamente para ser conductor y de cuyo trabajo se están aprovechando.

Estas cuatro rayas argumentales ya empiezan a bosquejar el escenario donde aparece el héroe surgido por las circunstancias (el conductor) y los mierdas que se conjuran contra él (los pasajeros)

El desarrollo argumental del ejemplo en que interviene el autobús termina por ahora en la identificación de los tres elementos de la teoría: el héroe, los mierdas y la conjura de éstos.

Lo primero que se descarta es el origen innato del héroe. El héroe ni adquiere esta condición ni la descubre por la existencia de un sustrato previo que forma parte de su yo desde el nacimiento o desde la infancia. El héroe adquiere esta condición y la descubre porque así lo han impuesto las circunstancias. Y no las circunstancias - porque éstas son idénticas para el héroe y para los mierdas - sino su REACCION ante las circunstancias. Si el autobús hubiera tenido un conductor que llevara de Valencia a Albacete a los pasajeros el héroe no existiría. Ni tampoco existirían ni los mierdas ni su conjura. Pero no ha sido así.

Siendo la reacción ante las circunstancias el punto de partida del héroe conviene señalara alguno de los rasgos de ésta.

a) La reacción del héroe NO es una reacción normal o mejor diremos mayoritaria El héroe tiene una reacción anormal, una reacción minoritaria, una reacción incluso UNICA

b) La reacción del héroe no se reduce al mero rechazo Es una reacción que se encamina a la consecución de un objetivo En este caso ir de Valencia a Albacete conduciendo un autobús porque no hay conductor En contraposición la reacción del mierda si que suele reducirse al mero rechazo porque el mierda no aporta nada más que su disconformidad, su envidia y su odio.