Al final pasó lo que tenía que pasar y España se fue del Mundial haciendo el ridículo. No por el resultado que es para llorar que duda cabe. España hizo el ridículo manteniendo a un SUMISO LLORON en la portería que era el único que tenía que haber cambiado y muy especialmente dejando en el banquillo al NERVIO de la ROJA. Los Piqué, Cesc, Villa,... y muy especialmente Xavi Hernández. El único que se salva, el almirante Churruca de este Trafalgar, es Sergio Ramos (y Busquets) Pero de eso la culpa la tiene el Vicente que ha despilfarrado la España que le dejaron sus mayores - Luis Aragonés y Pep Guardiola -. Así que hale, a cagar.