Mientras Telecinco sigue con sus Mujeres y Hombres, Supervivientes o Sálvames la Sexta y la Cuarta han apostado por contenidos novedosos buscando una segmentación del mercado en la que poco a poco van escalando posiciones. La tele ya no es sólo de color rosa y Belén Esteban no es la única Princesa del Pueblo. La tele es también lo de Podemos que no es sino lo de Pablo como rubricó sin complejos el anagrama de las elecciones europedas (es decir, su retrato).

Y es que como dijo Herbert Marcuse en "Al final de la Utopía" los complejos entramados ideológicos de las antiguas revoluciones han sido sustituidos pro más digeribles slogans televisivos. O dicho de otra manera mírese lo del Manifiesto Comunista como si fuera un spot.